jueves, 28 de mayo de 2015

Patrimonio y Turismo (II): Gastronomía Sostenible: Aporte al Desarrollo Local


El patrimonio gastronómico existe, independientemente de su “empleo” turístico o no. Este patrimonio se puede convertir en atractivos gastronómicos que pueden considerarse en tangibles, que son todos aquellos que el visitante o turista puede tocar, comer, beber e intangibles como lo son las recetas orales que se han transmitido de generación en generación, las ceremonias que los anteceden, los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural intangible gastronómico que ha sido reconocido ya el 16 de noviembre del 2010 por la UNESCO.

Las nuevas tendencias que han generando desplazamientos de los turistas gastronómicos, se inclinan de manera prioritaria hacia la sostenibilidad, esto ha traído dramáticos cambios mundiales a favor de la nutrición y el bienestar alimenticio de la humanidad, valorando a la producción artesanal, orgánica y al comercio justo, tanto de la venta del pequeño agricultor o artesano al comprador, como lo que paga el turista gastronómico que demanda menores costes y mayores beneficios tangibles e intangibles en productos gastronómicos planificados, siendo estos últimos los más importantes. Por lo que es de gran importancia potenciar el valor de la gastronomía de manera planificada como parte del hecho turístico y que no solamente representa instalaciones y servicios complementarios del viaje, sino que además genera por si misma desplazamientos de turistas y visitantes que desean vivir experiencias basadas en la gastronomía aportando beneficios y potenciando el desarrollo social local sostenible.

Los 3 registros de gastronomía obtenidos el 16 de noviembre del 2010 en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial para su preservación y salvaguarda de la UNESCO, demostró la gran importancia que ha tenido, tiene y tendrá la gastronomía para la humanidad. Sin embargo esto no garantiza que haya existido una planificación gastronómica turística pues más bien fueron logros de organismos gubernamentales y ONGS dedicados a ello, que una vez que lo han logrado no han sabido como dimensionarlo y sobre todo como generar un plan nacional con programas y proyectos integrados con la finalidad de poder obtener beneficios tangibles e intangibles para la población en general, la cual en su gran mayoría no está enterada de tan valioso logro.
Para poder potenciar el turismo gastronómico, sin alterar el patrimonio que pertenece a la sociedad, es indispensable generar nuevas metodologías y sistemas desarrollados para proteger el principal recurso tangible que proviene de la tierra (que se complementa con los intangibles) y varía de acuerdo a cada estación del año, incluso, hay mas incontrolables negativos al proveerlo la naturaleza como posibles sequías, lluvias abundantes o desastres naturales. Como sabemos las comunidades locales en su mayoría no cuentan con las instalaciones adecuadas para poder prevenir esto, por lo que los riesgos que corre un agricultor para recuperar su inversión (cuyo plazo estimado son 10 años) son muy graves, lo que es una de las razones del abandono del campo principalmente en los países subdesarrollados. Por lo anterior antes de planificar un posible producto gastronómico que pueda convertirse en un atractivo turístico, se deben planificar cadenas cortas de distribución, en los cuales la producción local es considerada dentro de la canasta básica y que solo al haber un excedente, complementado con técnicas, utensilios, recetas y otros componentes patrimoniales de la comunidad tangibles e intangibles que lo hagan singular y atractivo, se pueda considerar el venderlo a turistas y visitantes gastronómicos, siempre y cuando la mayoría de las personas de la comunidad estén convencidas. De lo contrario al no tener asegurada la producción del consumo local y la del excedente para el consumo turístico, se puede propiciar escasez o afectación del medio ambiente al sobre trabajar las tierras o incrementar el consumo de especies animales en peligro de extinción.

En concreto si no existe este sistema de cadenas cortas de distribución con excedentes de producción, no se puede generar un plan local o regional de gastronomía turística, el cual traería terribles impactos negativos para las comunidades. Por el contrario al existir sistemas como alternativas necesarias ante la improvisación en el desarrollo del turismo gastronómico, se pueden incrementar los desplazamientos cortos o largos de visitantes nacionales a localidades del interior de sus países con fines gastronómicos, son los más frecuentes en cualquier país del mundo aportando una gran gama de beneficios al producto interno bruto turístico y principalmente al producto interno bruto nacional.

Por lo anterior, consideramos que la originalidad de la cocina tradicional mexicana y la de cualquier país del mundo; por su diversidad; su capacidad de cohesión social y de transmisión de hábitos, valores y conocimientos a lo largo del tiempo, que le dan una profunda sedimentación en la sociedad y constituyen la esencia de su tradición, pueden documentarse ampliamente y justificar su reconocimiento como parte del patrimonio cultural intangible (UNESCO) que es necesario proteger de los grandes conglomerados trasnacionales en esta vorágine de la globalización.

Antonio Montecinos, 
Doctor en Turismo especialista en investigación y planificación de restaurantes, hoteles, servicios, rutas, productos y destinos gastronómicos y turísticos sostenibles.


Fuente: https://cegaho.wordpress.com

miércoles, 27 de mayo de 2015

Patrimonio y Turismo

Villa Ortiz Basualdo - Mar del Plata

El Patrimonio hace mención a algo que ha sido heredado, que se trasmite del pasado al futuro, un legado que se recibe de los ancestros y debe ser transmitido a futuras generaciones. Es una construcción sociocultural ya que va adquiriendo nuevos significados a través del tiempo. Según la Carta Internacional sobre Turismo Cultural, elaborada por ICOMOS, incluye entornos naturales y culturales, abarca paisajes, sitios históricos, emplazamientos y entornos construidos, además de la biodiversidad, tradiciones y conocimientos. Todo pueblo posee un Patrimonio, y es la misma comunidad la que debe trabajar en pos de la protección, conservación, valoración, interpretación y presentación del mismo. Al salvaguardar el Patrimonio no solo se asegura su disfrute en el presente, sino también el disfrute de las generaciones futuras. La posibilidad de conservar y transmitir este Patrimonio da cuenta de una historia en común, una Identidad, una Cultura.

El turista al estar inmerso en el destino turístico se encuentra con otra Cultura, muchas veces con una marcada diferencia de la propia. El ímpetu de conocer estas Culturas, ese intercambio cultural, es uno de los motivos que lleva al hombre a viajar. El Patrimonio es una de las formas en las que esta Cultura se manifiesta. Por lo que podemos concluir que una buena gestión del Patrimonio de una localidad no solo beneficiará a residentes, sino también la calidad de la experiencia turística.

La UNESCO considera como Patrimonio Cultural: 

“- los monumentos: obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, 

- los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, 

- los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza así como las zonas, incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico”.[1]

La conservación del Patrimonio podemos ubicarla en uno de los pilares del Desarrollo Turístico Sostenible, en las variables sociocultural y ambiental, conservación del Patrimonio Cultural y Natural respectivamente. “La conservación de los recursos patrimoniales y su proceso de transformación en productos turísticos puede ser un incentivo para la revitalización de la identidad cultural en el ámbito regional (…) La interpretación del Patrimonio tiene que jugar un rol fundamental para presentar la autenticidad y la identidad local, huyendo de las falsas culturas turísticas…”[2]

El Patrimonio Tangible es la expresión de las culturas a través de realizaciones materiales. El mismo está constituido por objetos que tienen sustancia física, que pueden ser palpados. 

Los bienes tangibles muebles abarcan: obras de arte, objetos de interés arqueológico, artísticos, utensilios de trabajo, indumentarias, armas, etc.

Los bienes tangibles inmuebles son: los monumentos, edificios, sitios arqueológicos o conjuntos históricos.

El Patrimonio Inmaterial es “…la suma de diversos patrimonios como los saberes cotidianos, prácticas familiares, entramados sociales y convivencias diarias. Incluye ciertos oficios, músicas, bailes, creencias, lugares, comidas, expresiones artísticas, rituales…”.[3]

La UNESCO considera Patrimonio Natural:

- los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico, 

- las formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que constituyan el hábitat de especies, animal y vegetal, amenazadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico, 

- los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural”.[4]

Marcela Navarro,
Licenciada en Turismo de la Universidad Nacional de Lanús,
estudiante de la Maestría en Gestión del Turismo Sostenible de la Universidad para la Cooperación Internacional - UCI,
asistente del Instituto de Turismo Sostenible para América Latina y el Caribe - ITSALyC




Fuentes:
[1] UNESCO, Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, París, 1972.
[2] Jordi Juan Treserras, Patrimonio, Turismo y Desarrollo Local: situación y perspectivas, Universidad de Barcelona.
[3] UNESCO, Estado del Arte del Patrimonio Cultural Inmaterial, Cusco, 2008.
[4] UNESCO, Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, París, 1972.

Imagen: mardelplata.com

lunes, 18 de mayo de 2015

18 de mayo: Día Internacional del Museo


La celebración del Día Internacional de los Museos tiene su origen en la Cruzada de los Museos, campaña informativa organizada en 1951 por la UNESCO y el ICOM (International Council of Museums), con el propósito de crear conciencia del relevante papel que corresponde a los museos en la sociedad. En el año de 1977, durante la XII Conferencia General del ICOM en Leningrado, y considerando aquella iniciativa, fue elegido el 18 de mayo como el Día de los Museos.

Es una excelente oportunidad para propiciar la revalorización de los museos como espacios de cultura. Se pretende dirigir la atención de las instituciones de las que dependen y de los gobiernos hacia las funciones y necesidades de los museos, e incrementar el diálogo entre todos aquellos que, de una u otra forma, realizan una labor orientada hacia el conocimiento, la preservación y la difusión del patrimonio cultural.

Desde 1977 el ICOM organiza todos los años el Día Internacional de los Museos (DIM), una ocasión única para la comunidad museística internacional. Ese día los museos que participan en el DIM planifican eventos y actividades creativas relacionadas con el lema del Día Internacional de los Museos, conectan con su público y subrayan la importancia del rol de los museos como instituciones al servicio de la sociedad y de su desarrollo.

"Museos para una sociedad sostenible" es el tema para la edición 37 del Día Internacional de los Museos (DIM) que se celebra este año.

El tema Museos para una sociedad sostenible reconoce el papel de los museos para concienciar al público sobre la necesidad de una sociedad menos derrochadora, más solidaria y que aproveche los recursos de una manera más respetuosa con los sistemas biológicos.
Aplicando este concepto de sociedad sostenible a los museos, se pretende fomentar en toda la sociedad una mayor conscientización sobre las repercusiones actuales de la acción del hombre en nuestro planeta y de las necesidades imperativas de cambiar el modelo económico y social.


Fuentes:
icom-ce.org/
network.icom.museum/
ite.educacion.es/
imagen: diariodetenerife.info/

lunes, 11 de mayo de 2015

Carta de la Tierra: ¿utopía o futura realidad?


El concepto de desarrollo sostenible es planteado por primera vez en el año 1987, a través de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), quien lanza el Informe “Nuestro Futuro Común”, más conocido como “Informe Brundtland”. Dicho Informe define al desarrollo sostenible como “aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. (Informe Brundtland, 1987, p. 1)

Si viene esta idea resulta abstracta, el desarrollo sostenible es planteado como un proceso continuo, en permanente transición, con múltiples acciones y recomendaciones a llevar a cabo. Para acompañar este cambio es que surge la propuesta de crear una declaración de carácter universal que fuera facilitadora de este proceso. De tal forma, en el año 1994, surge la iniciativa de desarrollar la Carta a la Tierra.

Durante 5 años circularon diversos borradores, de los cuales se realizaron procesos de consulta, surgiendo recomendaciones y comentarios de lo que debía ser incluido en la Carta. Participaron diversos grupos de expertos, líderes religiosos, hombres de ciencia, de leyes. Es importante destacar en esta instancia la gran pluralidad de participantes, con el fin de alcanzar una máxima representatividad.

El proceso concluyó el 29 de junio de 2000, fecha en que fue lanzada formalmente la Carta de la Tierra, en el Palacio de la Paz, en La Haya, Holanda.

Durante los años posteriores a su publicación tuvo lugar una campaña de apoyo, fue así que más de 2000 organizaciones dieron su aval a la Carta. La cual, actualmente, es utilizada como herramienta educativa, de desarrollo local y comunitario, ética y en procesos de gobernabilidad, legislativos y de paz.

Los principios incluidos en la Carta son:
  • respeto y cuidado de la comunidad de la vida
  • integridad ecológica
  • justicia social y económica
  • democracia, no violencia y paz
Pero ¿qué es lo que esta Carta quiere manifestar? 

Principalmente, reconocernos en una unidad, que la humanidad se visualice no como comunidades separadas, sino como una gran familia, habitantes todos de un mismo planeta.

Por otro lado, esta unidad tiene un fin, un fin común y beneficioso para todos, el de “crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz”. (Carta de la Tierra, 2000, p 1.)

Y cuan necesario se hace tener en claro esta unidad, para que juntos podamos trabajar en pos de un mundo mejor, más justo, más sostenible. Para que los intereses de unos pocos, pero poderosos, no opaquen los ideales de muchos. Para poder luchar con esos paradigmas dominantes de producción y consumo, donde es más importante “el tener” que “el ser”.

Sin dudas, la definición de desarrollo sostenible de 1987, nos llama a pensar en las futuras generaciones, y a mantener en el presente una actitud de responsabilidad. 13 años después la Carta de la Tierra viene a reafirmar este sentido de responsabilidad universal. Hoy el desafío sigue latente, no es tarea fácil, a veces hasta parece una linda utopía, pero estoy convencida que un viaje largo comienza con el primer paso, solo hay que animarse a darlo.

Marcela Navarro.
licenciada en Turismo de la Universidad Nacional de Lanús,
asistente del Instituto de Turismo Sostenible para América Latina y el Caribe,
estudiante de la Maestría en Gestión del Turismo Sostenible de la Universidad para la Cooperación Internacional - UCI


Fuentes:
Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU. (1987). Informe Brundtland. Recuperado de http://www.upv.es/
Organización de las Naciones Unidas. (2000). Carta de la Tierra. Recuperado de http://www.earthcharterinaction.org/

sábado, 9 de mayo de 2015

Día Mundial de Comercio Justo


El Día Mundial de Comercio Justo, se inició en el 2001, que se celebra el segundo sábado del mes de mayo de cada año. Es un festival inclusivo de eventos en todo el mundo celebrando el Comercio Justo como una contribución tangible a la lucha contra la pobreza y la explotación, el cambio climático y la crisis económica que tiene el mayor impacto en las poblaciones más vulnerables del mundo. El comercio debe beneficiar a los más vulnerables y ofrecer condiciones de vida sostenibles mediante el desarrollo de oportunidades para los pequeños productores más desfavorecidos. Millones de productores y comerciantes, empresas y políticos responsables de la toma de decisiones, organizaciones de apoyo y voluntarios han contribuido al crecimiento sustancial del Comercio Justo a nivel mundial.

Como todos los años WFTO-LA también participa y promueve la celebración de este día, los ciudadanos y ciudadanas nos unimos a esta jornada con la que queremos reivindicar otro modelo de comercio internacional, justo, equitativo y basado en el respeto a los derechos de todas las personas, quienes producen y quienes consumen.

"Sé un Agente para el Cambio"

El Comercio Justo es un agente para el cambio. Es un medio hacía los cambios positivos que queremos ver en el mundo: justicia social, desarrollo sostenible y de la economía, y condiciones de vida dignas para las comunidades, especialmente en el Sur. 

Desde el 2015 hasta el 2017, la Organización Mundial de Comercio Justo desarrolló un tema global para las celebraciones del Día Mundial de Comercio Justo: ‘Sé un Agente para el Cambio’

“Sé” es una invitación para participar en el día y no una demanda estridente de atención. No es una orden.

El diccionario define un agente como una persona o cosa que toma un rol activo o produce un efecto específico – el actor de una acción. El Agente puede ser una persona – un consumidor, un productor, un activista, un organizador de evento. Un agente también puede ser una empresa, un minorista, una comunidad, una ciudad. Y más importante aún un agente también puede ser un producto – un chal o una bolsa de café por ejemplo – y esto debe ser abordado en las Comunicaciones ya que estos ‘agentes’ pueden jugar un rol muy importante en la sensibilización de las dificultades y proporcionar una solución a través del propio producto.

Agente para y no de cambio. Una distinción muy importante – para significa que el agente puede apoyar el cambio, y a través de sus acciones alentar el cambio pero ellos mismos no son el cambio.

Cambio positivo en las condiciones de vida de los productores, en las actitudes de los consumidores, en las políticas comerciales, en el enfoque de los negocios y los minoristas.

Apoya el Comercio Justo, Únete a la celebración. Organiza un evento de Comercio Justo en tu comunidad.


Fuente: wfto-la.org

domingo, 3 de mayo de 2015

Hoteles Sostenibles: Argentina, Ecoetiqueta Hoteles + Verdes

Hoteles + Verdes

“Hoteles + Verdes” es un programa de Ecoetiquetado de Hotelería Sustentable perteneciente a la Asociación de Hoteles de Turismo la República Argentina.

Su objetivo es promover el fortalecimiento y la adopción de buenas prácticas de gestión sustentable y la calidad de los servicios en las empresas del rubro con el fin de satisfacer las exigencias del mercado y mejorar su competitividad.

La ecoetiqueta certifica a nivel nacional hoteles demuestran una gestión sustentable, respetuosa con el medio ambiente y socialmente responsable con la comunidad y con el destino turístico en el que desarrollan su actividad.

Los alojamientos deberán cumplir los requisitos incluidos en el Protocolo de Hotelería Sustentable en alguno de los 3 niveles de aplicación: Inicial, Avanzado o Excelencia.

Es una certificación voluntaria .

El programa ha sido validado por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), siendo éste el principal organismo acreditado para la verificación y certificación del cumplimiento del protocolo de hotelería sustentable, y cuenta con el reconocimiento y auspicio de la Dirección de Gestión de Calidad Turística del Ministerio de Turismo de la Nación.

Comenzó a implementarse en mayo de 2013.

Los requisitos se desarrollan en las siguientes áreas:
  • Sistema de gestión sustentable 
  • Conservación y mejora del entorno 
  • Gestión medioambiental 
  • Desarrollo sustentable del destino 
  • Responsabilidad social 
  • Seguridad 
  • Calidad 
  • Comunicación 
  • Mejora continua 
A tres niveles de menor a mayor exigencia: Nivel Inicial, Nivel Avanzado y Nivel Excelencia, facilitando su implementación de forma gradual y la mejora continua de la gestión sustentable.

Las entidades de verificación y auditoría son:
  • Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT)
  • Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM)

El programa puede ser aplicable a cualquier alojamiento de la Argentina, sea cual sea su tamaño, características, ubicación, antigüedad, o tipo. Cualquier hotel puede participar del Programa sin necesidad de ser parte de la Asociación de Hoteles de Turismo.

Para el caso de hoteles certificados en el nivel inicial, la renovación se realiza cada 6 años, con auditorías de validación cada 2 años desde la fecha de certificación.

Para el caso de hoteles certificados en los niveles avanzado y de excelencia, la renovación se realiza cada 3 años, con auditorías de seguimiento anuales desde la fecha de certificación. 

Marcela Navarro,
Licenciada en Turismo de la Universidad Nacional de Lanús,
asistente del Instituto de Turismo Sostenible para América Latina y el Caribe.


Fuente:
hotelesmasverdes.com.ar

viernes, 1 de mayo de 2015

1º de mayo: día del Trabajador. Las Cooperativas en Turismo

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Hablar de Trabajo es referirnos a valores como la dignidad, el esfuerzo, el progreso. Aún hoy, como hace años, sigue la lucha por un mundo más justo y equitativo. Si bien a nivel mundial, son muchos los logros alcanzados, día a día cientos de miles de trabajadores continúan luchando para generar espacios de crecimiento.

Es el Turismo una actividad económica, además de una política de Estado. Emplea a millones cada año, muchas veces en condiciones no del todo óptimas. Trabajadores que embarcan por meses en esas ciudades flotantes, lejos de su tierra, su cultura, con apenas un par de horas de descanso al día. Multinacionales que emplean a la comunidad local en puestos de bajo rango, con poca remuneración. Es solo un pequeño panorama del otro lado de la moneda, donde la cara es el turista feliz, trago en mano, reposera en la playa, puesta de sol incluida…

Sin embargo, tras esta situación, emergen personas dispuestas a unirse en un proyecto común para hacer frente a sus necesidades. La formación de Cooperativas en Turismo es un hecho que crece a través del tiempo.

Según la Alianza Cooperativa Internacional, en su Declaración sobre Identidad y Principios Cooperativos, adoptados en Manchester en 1995, las define como: "Una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controladas". Es una empresa que se posee en conjunto y se controla democráticamente. Estas dos características de propiedad y control democrático son las que las diferencia de otros tipos de organizaciones.

Se basa en los siguientes Valores: ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidaridad. Sus miembros creen en los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social, preocupación por los demás.

Muchas son las historias que podemos encontrar donde el Turismo se brinda a través de esta modalidad.

En Argentina, muchos pueblos que se vieron en declive tras la interrupción del paso del ferrocarril por sus vías o el cierre de grandes fábricas que le daban vida, lograron, a través de Cooperativas de Turismo, reinventarse, dar un giro y volver a empezar…

punta_indioUno de estos pueblos es Pipinas. Ubicado en la provincia de Buenos Aires, a 155 km de la capital. 

Todo comenzó en 1991, cuando la empresa Corcemar (Corporación Cementera Argentina), creadora de los barrios, el cine y el recreo para las familias, entró en crisis tras la quita del subsidio para el combustible. Poco después llegó la cementera de Fortabat quien la compró y la fundió para quedarse con esa cuota del mercado. Los obreros comenzaron a emigrar, y los habitantes disminuyen de 3500 a 900. 

En el año 2002, tras la crisis, un grupo de jóvenes se planteó la idea de la Cooperativa y el desafío de recuperar los espacios abandonados por la empresa. Así crearon el Pipinas Hotel. El objetivo era reconvertir el pueblo en un destino turístico: tenían el atractivo de un pueblo rural y, además, la ventaja de estar a 20 km de la Bahía Samborombóm. 

Actualmente el hotel cuenta con 16 habitaciones con baño privado, simples, con base doble, triple y familiar con una capacidad de 32 plazas. Ofrece también un servicio de restaurante con platos de elaboración casera y servicios de lavandería y mucamas. También pueden contratarse servicios de cabalgata y bicicletas u optar por el uso opcional de la piscina del complejo.

El establecimiento será el primer Hotel Escuela Cooperativa, luego de firmarse un acuerdo con la Universidad Nacional de Quilmes para trabajar junto con la Licenciatura en Administración Hotelera y la Tecnicatura en Cooperativismo. Será en el marco del Programa de Incubadora Social. El proyecto se presentará el próximo 12 de mayo.

Marcela Navarro,
Licenciada en Turismo de la Universidad Nacional de Lanús,
asistente del Instituto de Turismo Sostenible para América Latina y el Caribe.


Fuentes:
pipinas.com
tiempo.infonews.com
imágenes:
pipinas.com
parabuenosaires.com


Turismo y Cambio Climático - Areas Protegidas

En proceso de edición